¡Han venido las hadas!

Nosotros no las hemos visto, que ya se han encargado ellas de irse antes de que llegáramos.

Esta mañana nuestra clase estaba llena de purpurina. Pero como era azul nos tenía un poco despistados, ya que cuando han venido Peter Pan y Campanilla los colores eran verde y dorado, y cuando vino Garfio rojo.

Ha sido emocionante ver cómo los que iban llegando se unían a las apuestas de si la carpeta enorme con el pergamino colgado sería de Wendy, de las sirenas o de otras hadas.

Ha sido una pena que justo hoy hayan faltado 6 compañeros en clase, pero obviamente, las hadas no sabían que no vendrían, y eso que saben mucho.

La carta pergamino que nos han escrito es preciosa, y nos dicen en ella que hasta las sirenas han leído las cartas que les escribimos a los Niños Perdidos, y nos felicitan por lo que hemos mejorado y aprendido. ¡Y es verdad! De la primera que les escribimos a la segunda... ¡Un mundo!

De dentro de la carpeta ha salido un móvil gigante, encabezado por dos fotos de la isla de Nunca Jamás, del que colgaban un montón de dibujos preciosos de las hadas, de poemas que nos han escrito y de corazones hechos con corteza de árbol. ¡Una verdadera obra de arte!

La verdad... ¡El regalo de las hadas es realmente precioso! Hemos estado un rato largo mirándolo y, obviamente, hemos leído los poemas, que nos han encantado.

Da la casualidad de que en valenciano hoy teníamos que leer un poema de Nadal, y trabajar con rimas. O quizás no ha sido casualidad, porque las hadas saben mucho...

Así que hemos jugado a hacer rimas, hemos explicado qué es un verso, y hemos decidido que vamos a devolverles la sorpresa así: vamos a hacer un mural gigante con frases escritas en verso, con dibujos de hadas pegados a modo de collage, decorado con témpera y purpurina, obvio, y con una foto de todos nosotros para que la tengan de recuerdo. Y porque Noni ha dicho que eso ya era un regalazo, porque nos veía venir, nos estábamos emocionando ya demasiado, y claro, todo eso es una buena faena.

Así que ahora volvemos a tener proyecto entre manos. Estamos escribiendo nuestros intentos de poema, después de haber hecho una lluvia de ideas entre todos, los corregiremos uno a uno, una vez listos, los escribiremos sobre el papel del mural y a partir de ahí... Manos a la obra con la decoración. Tenemos trabajo. Pero vale la pena. Y vamos a aprender un montón sobre poesía. Y todo, gracias a las hadas de Nunca Jamás.